Funky Productions
Somos tres estudiantes de Periodismo que tratamos de documentar la vida de los hombres en el baile. Para ello, nos hemos centrado en los bailarines y en las academias de Bilbao. Después de enseñaros a todos los protagonistas de este reportaje, queremos presentarnos y daros ánimo para que participeis en este "Arte con mayúsculas".
"La danza me aparta y me ayuda a olvidarme de otros problemas"
Ander Pérez Virtus
Soy estudiante de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la UPV-EHU. Me gusta el cine, la fotografía, la comunicación, pero sin duda, mi gran vocación es la danza. Me gustaría juntar mis dos grandes pasiones: el periodismo y la danza.
En cuanto a la danza, he bailado distintos estilos desde los nueve años. He tocado: lírico, jazz, baile moderno, waacking, ragga; pero sin duda el estilo que más me define por excelencia es: el funky. La danza nos hace madurar, nos ayuda a aprender y nos concede conocernos y confiar en nosotros mismos. Recomiendo la danza a todos y a todas los que estén interesados/as en este mundo tan pasional.
"Siento cierta envidia por aquellas personas que saben expresar tanto sentimientos bailando"
Rubén Olveira Araujo
Soy estudiante de tercero de Periodismo en la UPV/EHU. Me gustan sobre todo aquellos deportes relacionados con la montaña, la fotografía, el cine y escribir; y publico en mi blog personal Redoble de Tambor.
Respecto a la danza, admito que desconocía casi por completo este mundillo –pese a haber practicado Euskal Dantzak de pequeño- y, la verdad, me ha sorprendido gratamente. Es más, durante la producción de este proyecto he llegado a sentir cierta envidia por todas esas personas que saben expresar tantos sentimientos sin utilizar las palabras, simplemente con movimientos, bailando.
"La danza ofrece placer a millones de espectadores"
Senda Prados Abad
El periodismo tiene un agujero vacío en cuanto a temas culturales, entre ellos la danza. Como otras artes, ésta ofrece placer a millones de espectadores, que se convierten en imprescindibles para que el baile siga prosperando. A pesar del gran esfuerzo, dedicación y en especial la pasión que exige la danza a sus bailarines y bailarinas, es todavía un oficio que socialmente no se le otorga el valor que se merece. Bailar no es solo un trabajo que te permite vivir, en la mayoría de los casos, humildemente, te ayuda a crecer cada día, y a comunicar emociones y sentimientos como la mejor literatura.